Acabo de ver este vídeo sobre la investigación llevada a cabo por los neurocientíficos para estudiar el funcionamiento del cerebro cuando se escucha y se toca música a través de un instrumento musical. Es un video realizado en un lenguaje comprensible para todos y, aunque no menciona a las investigaciones concretas a las cuales se refiere, me ha parecido un video explicativo de parte de la influencia que la música ejerce en nosotros, y que es la base del trabajo de la musicoterapia.
Tocar o interpretar mediante algún instrumento musical requiere un rápido procesamiento de información en secuencias complejas que involucra a casi todas las áreas del cerebro a la vez.
El vídeo lo podéis encontrar en TED-ed: https://www.youtube.com/watch?v=CZDIcx2GorI#action=share
En cualquier caso, para quien prefiera leerlo, incluyo el texto del contenido:
¿Sabías que cada vez que un músico toca un instrumento es como si hubiese fuegos artificiales en su cerebro? Aparentemente ellos están concentrados, leyendo la partitura y realizando los movimientos precisos que ésta requiere. Pero dentro de sus cerebros hay una fiesta. ¿Cómo sabemos esto? Bien, en las últimas décadas, los neurocientíficos han logrado enormes avances en el conocimiento de cómo funciona nuestro cerebro, monitorizándolo en tiempo real, con instrumentos como la Imagen por Resonancia Magnética Funcional y escáners PET. Cuando se somete a las personas a estas pruebas hacen tareas como leer o resolver ejercicios matemáticos. Cada una se corresponde con áreas diferentes del cerebro, cuya actividad puede ser observada.
Cuando los investigadores hicieron que los participantes escucharan música, se produjeron fuegos artificiales. Múltiples áreas del cerebro se pusieron a funcionar a la vez para procesar el sonido y entender elementos como la melodía y el ritmo. Y entonces, lo unifican para crear una única experiencia musical. Y nuestro cerebro hace todo esto en la fracción de segundo que va desde que oímos la música hasta que nuestros pies comienzan a dar golpecitos.
Pero cuando los científicos pasaron de ver el cerebro de los que oían música al de los músicos, los fuegos artificiales se transformaron en una celebración. Resulta que cuando se escucha música, el cerebro se involucra en algunas actividades interesantes. Tocando música, el cerebro es como si hiciese un trabajo con todo el cuerpo. Los neurocientíficos vieron múltiples áreas del cerebro encendidas. Procesando simultáneamente y de forma asombrosamente rápida, informaciones en secuencias complejas e interrelacionadas.
Pero, ¿qué tiene tocar música que hace que el cerebro se ilumine? La investigación es bastante nueva, pero los científicos ya saben bastante. Tocar un instrumento involucra a casi todas las áreas del cerebro a la vez. Especialmente los córtex visual, auditivo y motor. Y como casi en todo ejercicio, la disciplina en la práctica estructurada de tocar música fortalece las funciones del cerebro, lo que nos permite aplicar esa fuerza en otras actividades.
La diferencia principal entre escuchar música y tocarla, es que esta última implica buenas habilidades motoras para controlar los dos hemisferios del cerebro. También se combinan la precisión lingüística y matemática, en la que el hemisferio izquierdo está más desarrollado, con el contenido creativo y nuevo que el hemisferio derecho genera. Por esta razón, tocar música aumenta el volumen y la actividad del cuerpo calloso del cerebro, el puente entre los dos hemisferios, permitiendo que los mensajes se muevan por el cerebro más rápido y por más rutas. Esto permite a los músicos resolver problemas de forma más rápida y creativa. Utilizando herramientas académicas y sociales.
Debido a que tocar música implica crear y comprender su contenido emocional y un mensaje, los músicos a menudo tienen un nivel más alto de la función ejecutiva, una categoría de tareas interrelacionadas que incluye la planificación, creación de estrategias y atención a los detalles. Esta habilidad también tiene un impacto en cómo funciona nuestro sistema de memoria. Y de hecho, los músicos tienen mejor memoria. Creando, registrando y recuperando recuerdos de forma rápida y eficiente. Los estudios encontraron que los músicos parecen tener el cerebro conectado a múltiples etiquetas de memoria, una etiqueta conceptual, una emocional, una de audio, una contextual, como un buen motor de búsqueda en Internet.
Entonces, ¿cómo sabemos que todos estos beneficios son únicos en los músicos a diferencia de los deportes o la pintura? ¿O puede ser que estos músicos ya fueran más listos desde el principio? Los neurocientíficos han explorado estos asuntos, pero, hasta el momento, han encontrado que los aspectos artísticos y estéticos de aprender a tocar un instrumento son diferentes de los de cualquier otra actividad de estudio, incluyendo otras artes. En varios participantes elegidos al azar, que al empezar mostraban los mismo niveles en las funciones cognitivas y en neuroprocesos, se encontró que aquellos que fueron sometidos a aprendizajes de música, mostraron mejoras en múltiples áreas del cerebro, en comparación con los demás.
Esta reciente investigación sobre los beneficios mentales de aprender a tocar música, ha supuesto un avance en la comprensión de la función mental, revelando los ritmos internos y la compleja interacción que crean la increíble orquesta de nuestro cerebro.