Como una combinación de la música y la terapia, la musicoterapia gestáltica tiene dos componentes principales: musical y verbal.
La idea principal es que la improvisación debe afrontar las demandas del aquí y ahora de la persona. Se define como el uso de la composición espontánea para aceptar, apoyar y proporcionar nuevas direcciones para la experiencia musical o emocional de una persona en el aquí y ahora. Dependiendo del propósito de la improvisación, se da a la persona la posibilidad de utilizar la voz, los sonidos corporales o los instrumentos musicales.
El enfoque se basa en la premisa de que el proceso musical refleja directamente el proceso social y emocional de la persona en el momento. Los objetivos fundamentales son aumentar el conocimiento, el contacto, la espontaneidad e intimidad al relacionarse consigo mismo y con los otros.
Para participar no es necesario formación ni experiencia previa como músico, ya que el enfoque de trabajo respeta las habilidades y capacidades de cada participante.